2ª ENTREVISTA


"EL SEÑOR ME LLAMÓ"

--Shalom, amigo Pablo: Hoy celebra la Iglesia el DOMUND: EL Domingo Mundial de la Propagación de la Fe, vulgarmente llamado el Día de las Misiones. Por esta razón me ha parecido oportuno preguntarte hoy por tu vocación.

+Pues has hecho muy bien. Es ese el gran recuerdo de mi vida. Lo primero que uno descubre cuando se encuentra con Jesús es que “El te amó primero”.

--Por favor, explícate.

+Sí. Cuando uno se encuentra con Jesús y te dejas trasformar por Él, descubres lo que he dicho muchas veces: que “Dios me llamó por su gracia desde el seno materno”. (Gal.1,15). Al principio siempre está Dios. Él lleva siempre la iniciativa.

--Pero, amigo Pablo, Dios te llama por Jesús, precisamente cuando ibas a Damasco, dispuesto a perseguir furiosamente a los cristianos.

+Precisamente ese es el testimonio del amor inexplicable y totalmente gratuito: que Jesús me llama, siendo yo su enemigo encarnizado. No me hundió ni me aniquiló. Me venció con su amor sorprendente.

--¿Y para qué te llamó tu Maestro? ¿Cuál fue la misión que te confió?

+ El mismo Jesús se lo comunicó a Ananías: “Pablo es para mí un instrumento de elección para llevar mi nombre delante de todas las naciones, de los reyes y de los hijos de Israel”. (Hech.8,15)

--Es decir, que tu misión iba dirigida especialmente a los gentiles, ¿no es así?

+En realidad la misión era universal: iba dirigida a judíos y gentiles, pero defendí siempre la entrada de los gentiles en el nuevo pueblo de Dios sin someterse a las normas del judaísmo. Posiblemente por eso me llaman el Apóstol de los gentiles.

--Mi admirado amigo Pablo. El celo con que hablas, el calor que pones en tus palabras son una muestra elocuente de ese Espíritu, del que muchas veces dices que “hay que estar lleno”.

+ Y eso es lo que yo deseo para todas las comunidades cristianas. También lo deseo para la Parroquia de San José, en este día de las Misiones.

--Buen deseo. Nos despedimos hasta pronto.