7ª ENTREVISTA:

Cambio radical.
Shalom, amigo Pablo. La verdad es que tengo curiosidad de saber lo que pasó después de tu inesperado y extraordinario encuentro con Jesús.
Pues, mira: como yo no veía por el resplandor de la luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco, como me había mandado Jesús. Fue a verme un cierto Ananías y, recuperada la vista me dijo que Dios me había elegido para que fuera su testigo. Y me bautizaron.
Permíteme que te pregunte: ¿Tan fácil fue todo?Ni mucho menos. Tuve que plantearme la reforma, a fondo de mi vida. Toda la formación que había recibido, mi plena confianza en la Ley, mis tradiciones intocables, mi concepto de Dios y de sus promesas, la falsa concepción del Mesías…Lo tuve que cambiar todo. Menos mal que pronto me enamoré de aquel Jesús con quien me encontré en el camino de Damasco, y me fui identificando on Él, hasta el punto de poder decir, con toda propiedad: “Mi vida es Cristo. Ya no soy quien vive. Es Cristo quien vive en mí”.
Pablo, te lo digo en confianza: Cuánto me gustaría poder también cambiar mi vida.
Amigo periodista anónimo: Que Dios toque tu corazón.