Monición de entrada. Domingo 33º del T.O., ciclo C. "LAS SEÑALES DEL CIELO Y LOS FALSOS PROFETAS"

Algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: “Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”. Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿Cuándo va a ser esto?, ¿Y cuál será la señal de que todo eso está por suceder?” Él contestó: “Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usando mi nombre diciendo: “Yo soy” o bien “el momento está cerca”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no vendrá en seguida” Luego les dijo: “Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a los tribunales y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa: porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá: con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas. (Lc. 21, 05-18)


DIÁLOGO

Pablo.- “Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”. Son las últimas palabras que Jesús nos regala en el Evangelio de hoy. Porque nos perseguirán por defender el nombre y el amor de Dios.

Jorge.- Perseverar es no dejarte engañar por los falsos profetas que quieren sustituir a Dios, o eliminarlo de nuestras vidas, de nuestros colegios, de nuestra familia.

Natalia.- Nuestro Dios estorba a los que hacen leyes que generan muerte, como la del aborto. ¡Qué locura de ley! El Papa, en su visita a España, ha recordado la defensa de la vida concebida en el vientre de las madres.

Lucía.- Y la defensa del matrimonio natural entre hombre y mujer, y de la familia, y la defensa de la dignidad de la vida hasta el final de nuestra existencia en la tierra.

Pablo.- ¡Ya sabes! Hay personas que quieren disminuir a nuestro Dios, hacerlo pequeño, arrancarlo de nuestras vidas. Pero, si eso ocurre ¿qué nos quedaría?

Jorge.- La familia sería un infierno, y los padres se separarían. Los niños gritarían a sus padres, y no los respetarían. Los abuelitos vivirían en soledad. La juventud sería insolidaria, creyéndose los dueños del mundo, con derecho a todo.

Natalia.- ¡Pues vaya tela! Ahora entiendo lo que a veces pasa en las casas. Ya no se habla de Dios, cuando vemos injusticias, cambiamos de canal la tele. La falta de compromiso y la comodidad es nuestro Dios.

Lucía.- ¡Pero entonces nos volveremos egoístas, agresivos, cobardes! Una sociedad sin valores, en donde funcionaremos por puro interés, agradando al poderoso y olvidando al que sufre.

Pablo.- ¡Quiero vivir a tu lado, Jesús! Tú eres mi esperanza y mi fuerza para cambiar este mundo de locos. Contigo nada temeré. De la mano de mis padres volveremos a vivir en el amor.

Jorge.- El Papa Juan Pablo II decía: “Abrid de par en par las puertas a Cristo." ¿Qué teméis? Tened confianza en Él. ¡Arriesgaos a seguirlo!

Natalia.- Cuando te despiertes, dale gracias a Dios por el nuevo día. En el colegio y la catequesis, estudia para poder mejorar el mundo mañana, para conocer mejor a Jesús, para crear un mundo solidario.

Lucía.- En la mesa, dale gracias a Dios. Cuando te acuestes, pide por los que no tiene tu suerte. Y cada domingo, ven a reunirte con tu parroquia, para recibir en la Eucaristía a Jesús. Dios está vivo, y tienes que expresarlo en tu vida. ¡Disfruta del amor de Dios!