Hacia Dios por los caminos de la Biblia, nº 24

El Protoevangelio

P: El día pasado vimos el sentido que tiene la desnudez, por lo que se escondieron Adán y Eva. He seguido leyendo y he visto cómo los tres protagonistas, de forma poco menos que infantil, se echan la culpa del pecado.

R: Claro: el pecado es vergüenza, es arrastrarse por el fango, es humillación de la dignidad del hombre. Y cómo hace añicos la unidad, la armonía con Dios, con la mujer y con toda la naturaleza.


P: He visto también cómo Dios maldice a la serpiente: “maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida”.

A la mujer le hablará del dolor en el parto y de su relación con el hombre, y al hombre le dirá: “maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida y con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”.

R: Me alegro de que hayas leído estos pasajes, pues creo que en nuestras comunidades y parroquias todavía se lee y se medita poco la Biblia.

P: Cierto. Te voy a hacer una pregunta: ¿Qué es el PROTO-EVANGELIO?

R: Una buena pegunta. Ahora caigo por qué te has pasado el texto siguiente, que es muy importante:

Dios dijo a la serpiente: pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; ésta te pisará la cabeza, mientras tú acechas u calcañar” (Gn. 3,16).

P: Te agradezco si me explicas esto de “Protoevangelio”.

R: La palabra “Protoevangelio” significa “primer evangelio” o “primera buena noticia”.

Dios está hablando a la serpiente y le dice que pondrá enemistad entre ti (la serpiente) y la mujer (Eva), entre tu descendencia (la de la serpiente) y la suya.

Fíjate en esto: Eva sí tuvo amistad con la serpiente (el demonio) e igual la descendencia de Eva (madre de todos los vivientes). Sin embargo, la segunda descendencia sí que tuvo total enemistad con la serpiente, (el diablo) hasta el punto de “pisar la cabeza de la serpiente, (el diablo), que solo tendrá fuerza para acechar el calcañar (de la segunda descendencia.).

P: La verdad es que voy entendiendo algo, pero no del todo.

R: La Iglesia, desde los primeros siglos, ha entendido en este pasaje la existencia de dos mujeres y de dos descendencias: Eva y María y la descendencia de Eva y María. No cabe la menor duda del trato que Eva tuvo con la serpiente, (el diablo), así como su descendencia. La otra mujer, en la que los santos padres de la Iglesia han visto a María no tuvo relación alguna con la serpiente y tampoco su descendencia: Cristo, el Mesías, el nuevo Adán.

P: No sé si estaré equivocado. La consecuencia que saco es que la lucha entre el bien y el mal será constante, pero la victoria será del bien, es decir: de Cristo, el Hijo de Dios y de María...

P: Muy bien, amigo. No estás equivocado, de lo que me alegro en el alma.